Yo me quedo con el avión. Un viejo avión que vive una tormenta de arena; vamos ni un joven Antoine con su viejo y primer cacharro antes de quedarse en tierra sobre una duna observando las estrellas.
No había pensado en Saint-Exupéry y tormentas de arena cuando lo pinté... pero tengo que admitir que es una de esas interpretaciones que me encanta. Por cierto, ¡nosotros también tenemos pendiente una comida!
Tengo debilidad por el último,me recuerda al romanticismo en su versión más revolucionaria...
ResponderEliminarun beso pitttttt
Muy acertada, Lo. Muchas gracias.
ResponderEliminarDile al mister que a ver si nos vamos un día los cuatro de excursión y comida por ahí.
Un beso!
Yo me quedo con el avión. Un viejo avión que vive una tormenta de arena; vamos ni un joven Antoine con su viejo y primer cacharro antes de quedarse en tierra sobre una duna observando las estrellas.
ResponderEliminarNo había pensado en Saint-Exupéry y tormentas de arena cuando lo pinté... pero tengo que admitir que es una de esas interpretaciones que me encanta.
ResponderEliminarPor cierto, ¡nosotros también tenemos pendiente una comida!
Felicidades, Pedro! Muy buen trabajo!
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